El tejido económico español está compuesto en su mayor parte por pequeñas y medianas empresas, por lo que la sucesión y el relevo generacional suponen un auténtico desafío.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en España hay 3,2 millones de empresas. Sin embargo, menos de 5.000 tienen 250 trabajadores o más. Es decir, el 99,8% son pymes. Y la mayoría son micropymes. En nuestro país hay más de 3 millones de compañías con menos de 9 empleados, lo que supone más del 95% del total.
Además, casi 9 cada 10 de ellas (89%) son propiedad de un grupo familiar, total o parcialmente, de acuerdo con las cifras que maneja en Instituto de Empresa Familiar.
Las empresas no abordan la sucesión.
Estas empresas de menor tamaño son las que más dificultades tienen a la hora de afrontar la sucesión. En primer lugar, porque el talento interno es limitado. Y en segundo lugar, porque no es fácil reclutar a la persona apropiada procedente de fuera de la organización.
Pese a ello, parece que la mayoría de las compañías no están tomando las medidas oportunas para garantizar su continuidad a medio y largo plazo. Según el ‘Informe Hiscox de pymes y autónomos en España’, tan sólo el 11% de las pequeñas empresas y autónomos consultados tienen establecido un plan de sucesión. Si nos centramos en las micropymes (0-9 empleados) el porcentaje de compañías que cuentan con dicho plan es del 12,4%.
La situación mejora en organizaciones de mayor tamaño, pero aún dista mucho de ser la situación ideal. Así, si hablamos de empresas de entre 10 y 249 empleados, el 37,5% de ellas dispone de dicho plan.
Si atendemos al nivel de facturación, el informe de la aseguradora revela que 3 de cada 10 (29,3%) de las compañías con más de 2 millones de euros de facturación afirman que disponen de un plan de sucesión. Lo preocupante es que el porcentaje disminuye en 5,8 puntos porcentuales con respecto al año pasado, cuando ascendía al 35,1%.
En el caso de aquellas que facturan menos de 2 millones de euros, el porcentaje es del 13%, un punto porcentual meno que en 2022.
El sector que muestra una mejor preparación para la sucesión es la industria, tal y como se desprende de la encuesta de Hiscox. De este modo, 1 de cada 5 empresas industriales (19,3%) aseguran disponer de un plan de sucesión. Además, es el sector en el que más aumenta la preparación, ya que el porcentaje de compañías que declaraba tenerlo en 2022 era del 13,8%.
Por el contrario, el sector menos diligente en este aspecto es el comercio, ya que el porcentaje de empresas que dicen tener un plan de sucesión ha caído 1,5 puntos porcentuales en el último año, situándose en el 9,9% en 2023, frente al 11,4% registrado en el anterior informe.
“Tener un plan de sucesión en una empresa con carácter familiar es imperativo a la hora de garantizar su continuidad en el tiempo, ya que su falta implica carecer de las herramientas necesarias para ello. Sin embargo, como hemos visto, son muy pocas las que cuentan con uno y, por ende, su capacidad de competir en el mercado se ve afectada”, afirma Miguel Ángel Aguilar, director de Distribución y Ventas de Hiscox España.
“Por ello, en el complicado contexto actual es necesario recordar que, desde el liderazgo de la organización, debe fomentarse en primer lugar la concienciación sobre la importancia de perpetuar el legado como base para que perdure en el tiempo”, añade.
¿Cómo afrontar la sucesión?
Llevar a cabo la sucesión nunca es fácil. Y menos aún en la pequeña empresa, que suele estar marcada por el liderazgo de un director general o gerente que también es fundador de la misma o heredero de la familia que la creó.
Y el relevo puede ser aún más complicado en las empresas familiares si no disponen de un plan de sucesión apropiado, ya que la toma de decisiones se puede ver influida por los lazos de sangre, sentimientos e incluso rencillas familiares.
Si estás pensando en elaborar un plan de sucesión, te recomendamos que eches un vistazo a este artículo, donde ofrecemos algunos consejos.
Fuente: emprendedores.es
Más información