Para lograr que un negocio funcione, el primer paso es tener una buena idea y, después, saber hacerla realidad. El éxito o el fracaso de una iniciativa depende de múltiples factores. Por ello, a la hora de hablar de qué criterios deben seguir las pymes para fomentar su crecimiento y que este sea sostenible en el tiempo, resulta clave que estos se apoyen en una serie de principios entre los que sobresalen la eficiencia y la rentabilidad. Vender más, optimizar los costes, mejorar los procesos, gestionar los equipos de manera correcta e implementar estrategias son solo algunas condiciones necesarias para impulsar cualquier proyecto y, en todas ellas, la tecnología está presente como un nexo entre la teoría y la práctica para ayudar a agilizar, automatizar y recabar la información con la que tomar las decisiones.
A continuación, cinco ámbitos imprescindibles en los que las pequeñas empresas deben hacer hincapié para promover su desarrollo:
Transformación tecnológica
Una de las principales herramientas con las que las pymes están acelerando su crecimiento es con el uso de tecnologías avanzadas. En este sentido, el potencial de la transformación tecnológica reside en su capacidad de revolucionar los procesos para ganar en efectividad, eficiencia y rendimiento con el que minimizar tiempo, costes y recursos.
Así, desde Datisa enumeran una serie de propuestas entre las que se encuentran la integración de todos los procesos de gestión en un único sistema de información centralizado y la incorporación de soluciones en la nube, ágiles y flexibles que permitan personalizarse. En esta línea, desde la organización recomiendan que, para acelerar el crecimiento de un negocio, la tecnología, además de ser funcional, debe ser sencilla, para lo que proponen crear un ecosistema digital con el que poder interactuar fácilmente con proveedores, clientes y las diferentes áreas empresariales.
Analítica de datos
Desde hace años, se ha producido un cambio de enfoque a la hora de abordar la gestión de los productos y los servicios, así como en la forma de atajar la resolución de los problemas. En la actualidad, el cliente se encuentra en el centro de la estrategia, por lo que las pymes deben concentrar parte de su trabajo en analizar la información a su disposición para conseguir nuevos clientes y fidelizar a los ya existentes. Además, en este punto también cobra importancia la confianza en los KPI. Es decir, antes de implementar una estrategia se tiene que diseñar una tabla con determinados indicadores que permitan ver el progreso, los retrasos y las dificultades, pero también las nuevas oportunidades de mejora. En definitiva, el análisis en tiempo real de la información permite comprobar el comportamiento de la empresa y llevar a cabo los reajustes necesarios para impulsar su crecimiento.
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Fuente: dirigentesdigital.com
