Hace ya cuatro años que la pandemia del Covid19 puso a todo el planeta ante el desafío de tener que llevar el día día como hasta entonces pero sin contacto físico, mediante herramientas digitales que favoreciesen las relaciones a distancia. Y entre todos los ámbitos en los que se puso en juego la continuación de nuestra vida, el mundo laboral fue el que más avances trajo en menor tiempo.
Las herramientas digitales se convirtieron en un elemento absolutamente fundamental en el trabajo. Y desde entonces y hasta ahora, todo ha seguido evolucionando a pasos agigantados. Hasta llegar a la Inteligencia Artificial, y con ella al nuevo boom tecnológico, no exento de debate y con mucha proyección para el futuro más inmediato.
Hace menos de un año, la Inteligencia Artificial se veía como un elemento que muchas personas temían, debido a que amenazaba con quitar trabajos que hasta entonces tenían que realizar seres humanos. Ahora poco a poco se ha ido instaurando la idea de que quizás puede servirnos como ayuda para optimizar y llevar las tareas diarias de una forma más rápida, y sobre todo más efectiva.
¿Deben las empresas adoptar la IA como un elemento común de su trabajo?
Aunque el debate más sensacionalista se centró durante algunos meses en si debería de seguir avanzando la Inteligencia Artificial a la hora de desarrollar herramientas de trabajo o no, la realidad ha sido muy diferente. Y es que las estadísticas dicen que un 61% de los trabajadores españoles reconocían haber usado la Inteligencia Artificial aunque todavía no estuviesen lo suficientemente probadas, y sin ningún tipo de formación para usarlas correctamente.
Según BTS, una consultora especializada en estrategia empresarial y desarrollo de personas, en nuestro país la mayoría de empresas y personas ya han utilizado alguna vez una IA en algún momento, aunque solo sea por curiosidad.
El punto clave no es, entonces, si se debe usar o no, sino cómo debe utilizarse para poder sacarle el máximo rendimiento y que todas las empresas puedan seguir evolucionando, mejorando las condiciones laborales de sus empleados y aun así teniendo la productividad necesaria para crecer.
Y es evidente que vamos a tener mayor conocimiento de todo esto a medida que se normalice el uso de las herramientas de Inteligencia Artificial en cualquier sector profesional, y no solo en los que se dedican específicamente a las telecomunicaciones. Pero es necesario analizar cuatro pilares sobre los que empezar a relacionarse desde cero con la IA, y así no cometer algunos errores básicos que retrasarían su adaptación al medio.
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Fuente: cincodias.elpais.com