A lo largo del día a día se trata con muchos tipos de clientes. Identificar a aquellos que son más rentables es la tarea básica de la empresa, para cuidarlos y fidelizarlos. Pero no siempre es fácil y a veces nos confundimos. Vamos a ver una clasificación de x clientes que la empresa debe mimar y x de los que huir.
Porque en ocasiones algunos clientes suponen un coste de oportunidad muy elevado. Mientras estamos trabajando con ellos y atendiendo a sus peticiones sin fin, a los cambios de criterio, etc. no estamos buscando nuevos clientes ni atendiendo a los que son verdaderamente rentables.
Los clientes que la empresa debe mimar
1. El mejor cliente del mundo
Es el cliente que te acepta el presupuesto sin regatear. No pone peros durante la realización del trabajo o proyecto y tiene las cosas muy claras. Sabe que ponernos las cosas fáciles supone también que todo salga bien. Te da facilidades para todo y te mantiene informado si existe algún cambio en el proyecto.
2. El buen pagador
Te paga una parte por adelantado sin quejas. Y cuando vencen los plazos del proyecto o adquiere más productos los abona según el criterio convenido. En el peor de los casos o si surge algún inconveniente nos pide que le giremos la factura para el mes siguiente, pero le hace frente de forma puntual.
El buen pagador ha sido un cliente en peligro de extinción, pero parece que últimamente se está recuperando la población
3. El cliente gancho
Es un cliente imán para la empresa. Está en un lugar adecuado y la competencia se fija en ellos. Trabajar con ellos supone que muchos van a conocer nuestra empresa, que nos llegarán nuevos clientes simplemente porque saben que hemos trabajado con ellos.
4. El altavoz
Es el cliente que se convierte en embajador de nuestra empresa. Tiene muchos contactos, conoce a todo el mundo en su zona y se lleva bien con la competencia. Si está contento con nosotros nos recomienda a todo el mundo. Si no lo cuidamos puede ser un problema, porque con sus contactos también puede hacernos perder oportunidades de negocio.
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Fuente: pymesyautonomos.com