Las Cámaras de Comercio son uno de los organismos de referencia para cualquier autónomo o empresario en España. Desde hace 125 años, emiten certificados que les ayudan en sus trámites con la Administración.
Estos certificados ayudan al autónomo o empresario a agilizar operaciones dentro y fuera del país, así como a mejorar su fiabilidad como marca hacia el exterior.
Empecemos por el más básico, que no es otro que el Certificado de tamaño empresarial. Sirve para acreditar el tamaño de una organización, clasificándola según establece la ley.
Otro de los certificados más comunes es el de libre venta y consumo, que funciona como garantía de producto en otros países. Sin éste certificado, el autónomo o pyme no podrá registrar sus productos o marcas fuera de sus fronteras. De hecho, puede ser exigido por diferentes autoridades para poder comercializar un producto en el extranjero.
El Certificado de pertenencia al censo empresarial, por su parte, facilita al trabajador autónomo la participación en concursos públicos estatales, así como movimientos en el extranjero o la agilización de operaciones. Aquí figuran los datos más destacados de su negocio, como la antigüedad en el censo, los epígrafes del IAE o la existencia del local en caso de desarrollar en alguno su actividad.
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Fuente: cincodias.elpais