La pandemia ha obligado al mundo a encerrarse en casa, ha socavado la salud y la economía, pero también ha puesto a prueba la capacidad de adaptación de personas y empresas. La Covid-19 ha conllevado una transformación digital extraordinaria que ha encontrado en el teletrabajo uno de sus mejores exponentes. Para muchas organizaciones pequeñas y medianas, que sus empleados puedan desempeñar su jornada laboral a distancia les ha dado un respiro. Pero el ecosistema digital no solo ha sido garantía de supervivencia, sino que ha revolucionado sus negocios.
Es el caso de Carlos Otto, director de la Academia Nuevo Futuro en Madrid, quien se vio obligado a modificar la forma de enseñar que ofrecían a sus alumnos. Un cambio que implicaba variar su forma de trabajar. La decisión no fue fácil y tuvieron que superar algunos obstáculos, pero el resultado ha sido sobresaliente. Carlos y su equipo han conseguido que una academia que antes era únicamente presencial, se nutra ahora de clases online y pueda calificarse de internacional.
Las oportunidades de crecimiento económico son muy amplias y las posibilidades de aumentar la productividad y la competitividad superan los costes tecnológicos de esta nueva fórmula de trabajo adoptada por el 37,95% de las pymes españolas
Ahorro de costes y expansión del negocio
“Al principio nuestra facturación se redujo a la mitad y fue muy duro, pero nuestros alumnos nos necesitaban tanto como nosotros a ellos. Por eso empezamos a dar todas las clases online y a invertir en mejoras digitales”, comenta sobre su experiencia. El teletrabajo le ha traído muchas ventajas, como el ahorro gracias a la deslocalización y la expansión de su negocio. “Hemos aumentado un 60% nuestra facturación, además hemos reducido costes y esto nos ha permitido ampliar nuestro servicios en Latinoamérica”, añade.
Para las organizaciones, la modalidad de trabajo a distancia implica un sacrificio de inversión, por ejemplo, en el equipo informático y los dispositivos electrónicos o en dotar del software más idóneo en la nube. Pero, a cambio, la rebaja de costes estructurales puede ser clave y la oportunidad de crecimiento es indudable. Según los cálculos de Canals y Carreras, las organizaciones pueden aumentar entre un 20 y un 30% su productividad y la economía española crecer entre un 1,4% y un 6,2 en su conjunto.
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Fuente: lavanguardia.com
