La pandemia y sus consecuencias económicas están dejando prácticamente sin aliento a las empresas españolas, especialmente a las pymes, que conforman la mayoría del tejido empresarial. A pesar de las medidas puestas en marcha para paliar la sangría económica, las pérdidas, la no recuperación de los ingresos y las deudas, cada vez mayores, están aumentando considerablemente las necesidades de financiación de las compañías.
Concretamente, las empresas acumularán entre el pasado año y este una necesidad de financiación de unos 155.000 millones tras el golpe económico del Covid-19, de acuerdo con las estimaciones de la Asociación de Mercados Financieros de Europa (AFME) y PwC. El impacto corresponde a todo el sector empresarial, compuesto en casi en el 98% por pymes, que recurren habitualmente a financiación bancaria más que al mercado de capitales para financiarse.
La cifra correspondiente a las empresas españolas implica un 15,5% de las necesidades del tejido empresarial de la Unión Europea, que AFME y PwC cifran en un billón de euros, dato similar a las estimaciones de la Comisión Europea, que fija una horquilla de entre 700.000 millones y un 1,2 billones de euros entre 2020 y 2021. Y la cifra aumentará conforme persista la crisis económica.
Es por eso que desde AFME estiman que existe una necesidad de entre 450.000 y 600.000 millones de euros que no está cubierta por las herramientas de financiación públicas y privadas disponibles.
«Las pérdidas suponen una erosión directa sobre el capital de las empresas que tendrá que ser reemplazado y el ritmo de reemplazo determinará la velocidad de la recuperación», advierten desde AFME.
En el caso de las empresas españolas, tienen a su disposición medidas como los créditos con aval del Estado, que les proporcionan financiación para el pago de gastos corrientes y mediante los que pueden acceder a garantías por hasta 140.000 millones de euros en el caso de que no puedan hacer frente a sus obligaciones financieras. Este programa ha servido para apoyar principalmente a las pymes, que son las que más han necesitado ampliar su capacidad financiera desde el principio de la pandemia debido al parón de la actividad que trajo el confinamiento y más tarde por la no recuperación total de la misma.
Más información
Fuente: elindependiente.com