La empresa familiar que hoy dirige Laura Sandúa nació en un garaje, pero ni se dedica a la tecnología ni es californiana. Hace ya 45 años que sus padres, Lorenzo y Merche, iniciaron en Ablitas, a unos diez kilómetros de Tudela (Navarra) un negocio de envasado de aceites. Hoy Aceites Sandúa, que desde hace años también produce, da empleo a 25 personas y factura unos 15 millones de euros. El 25% de los ingresos proviene de los 60 países a los que exporta aceite.
La firma textil Brownie también es una empresa familiar muy ligada a un territorio específico. Es Tarrasa y su tradición textil, el ámbito profesional del matrimonio fundador. Detectaron que el mercado no ofrecía ropa para su hija menor, al borde de la adolescencia, y decidieron abrir una tienda en Barcelona centrada en ese nicho. Fue en 2006, y hoy Brownie, que ya tiene en la dirección general a la segunda generación, prevé cerrar 2020 con una facturación de 32,5 millones de euros, un descenso del 7% respecto a 2019. La marca se comercializa en mercados cercanos como Andorra y Portugal, y ha iniciado una expansión internacional más ambiciosa por México. En un par de meses abren en Francia, y también esperan que 2021 sea el inicio de sus operaciones en Chile. Más a medio plazo, apuntan a Perú y Colombia.
Cada vez más pequeñas y medianas empresas miran a la internacionalización como una vía de crecimiento. E incluso, después de mucho trabajo, vender fuera es una forma de diversificar riesgos. Laura Sandúa cuenta como en la crisis de 2008, “diferente a la actual porque fue especialmente dura en España”, la presencia internacional les permitió equilibrar sus cuentas. “Teníamos ya entonces los deberes hechos, pero hace falta muchísima paciencia en el mercado internacional”, recomienda.
Aceites Sandúa empezó a trabajar en expandirse fuera de España alrededor de 2000, y hasta dos años después no materializó ventas internacionales. Su primer mercado fue Francia -”nos parecía un mundo, y luego hemos visto que a veces es más difícil vender en otras comunidades autónomas”- y hoy comercializan aceites en Europa, Asia -tiene presencia en China-, África y hasta Oceanía.
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Fuente: elpais.com