En España 95 de cada 100 empresas son PYMES, sin embargo, su alto peso no es proporcional a la financiación que reciben, es más, están a la cola de Europa. Según datos del Informe Anual de Indicadores KPI de la Unión de los Mercados de Capitales realizado por Afme (la Asociación de Mercados Financieros de Europa) el capital riesgo solo representa el 2% del nuevo flujo de financiación total de las PYMES.
Si se extrapola el dato a la Unión Europea este dato asciende hasta el 5,6%. Si se analiza el ranking de países (incluyendo a Reino Unido), España ocupa el puesto 21 de 28, con datos de la primera mitad del año. Esta cifra tiene dos lecturas, una positiva y otra negativa, mejora con respecto a 2019 cuando estaba en el puesto 17 y empeora en comparación con 2020 cuando llegó ascender hasta el puesto 17.
A pesar de que España está claramente a la zaga de Europa, las perspectivas para la segunda mitad de 2021 son bastante positivas. De hecho, se han registrado flujos récord de capital riesgo en el primer semestre de 2021, hasta alcanzar los 1.200 millones de euros. Las PYMES españolas, junto a las de Reino Unido, Francia, Alemania, Suecia, Países Bajos, Finlandia, Dinamarca y Austria, han recibido más financiación nueva de capital riesgo en los primeros seis meses de 2021 que en cualquier otro periodo del año. Y si las tendencias continúan los flujos de financiación se duplicarán en 2021 respecto a 2020. .
Esta carencia de capital privado por parte de las PYMES con respecto a la Unión Europea está siendo sustituida por ayudas públicas, sobre todo, a raíz de la pandemia. Es más, son las más endeudadas de la zona euro, esto ha llevado a que el 27% de las pequeñas y medianas compañías se hayan visto en la obligación de pedir ampliaciones de créditos para sobrepasar la crisis, mientras que en las grandes empresas la cifra se reduce hasta el 20%, según datos de Intrum.
De los indicadores que recoge el informe anual realizado por Afme, España obtiene, con diferencia, la peor nota en financiación de capital riesgo para pequeñas y medianas empresas. Los últimos puestos que ocupa en este clasificación contrastan con la clasificación en otros indicadores como transferencia de préstamos donde es el quinto país de la Unión Europea por tercer año consecutivo o en la disponibilidad de los productos de fondos ELTIF que financian proyectos a largo plazo y PYMES, en este indicador es el tercer país del Viejo Continente.
Clave para su crecimiento
El capital riesgo y capital privado es clave para que las pequeñas y medianas empresas puedan seguir creciendo, sin embargo, el Covid-19 ha dejado un escenario muy convulso en el que muchas están experimentando dificultades para poder sobrevivir. Desde la Asociación de Capital, Crecimiento e Inversión (ASCRI) establecen tres retos para este tipo de compañías.
Por un lado, seguir atrayendo capital privado como asset class para fomentar la atracción de nuevos inversores, demostrando poder ofrecer buenas rentabilidades frente a la enorme volatilidad de los mercados financieros así como la capacidad de contribución en garantizar las futuras pensiones.
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Fuente: eleconomista.es