La obsolescencia empresarial hace referencia a la reducción de la vida útil de ciertos recursos de la empresa. Hay herramientas o materiales que dejan de utilizarse y que son sustituidos por otros más modernos o más potentes.
Este hecho, indican desde Sigma Consultoría, provoca la aparición de una nueva necesidad en el mundo empresarial y es el menester de poner en marcha estrategias de reciclaje que den una nueva vida útil a los recursos empresariales.
Las pymes pueden hacer frente a la obsolescencia empresarial mediante la tecnología. No obstante, el uso de nuevas herramientas digitales también supone algunos retos a nivel empresarial.
Uno de los problemas es el económico. Incorporar nuevas tecnologías en la empresa supone, en la mayoría de los casos, un gran desembolso económico. Aun así, hay que tener en cuenta el retorno de la inversión que puede producirse en el corto y medio plazo.
Retos de la tecnología
Por otro lado, la tecnología también supone una desventaja en el sentido en el que la empresa depende en exceso de la conexión a internet. Aunque no suceda con frecuencia, también pueden producirse fallos de conexión, por lo que eso podría perjudicar al producto o servicio que se ofrece.
La formación es básica a la hora de emplear la tecnología. Los empleados necesitan conocer cómo funcionan las herramientas que van a utilizar para poder sacarle el máximo rendimiento. Un buen plan de formación en este sentido se torna necesario.
A la hora de abordar la obsolescencia empresarial, la compañía debe tratar de abordar las alternativas de una en una. Los expertos de Sigma Consultoría coinciden en que no hay que esperar para abordar este problema, sino que se debe hacer cuanto antes un “análisis de la situación en la que se encuentra tu empresa y da un primer paso. Por muy pequeño que sea verás resultados en un período de tiempo muy reducido. La actitud y la constancia son dos de los principales valores que te ayudarán a salir de dicho camino hacia la obsolescencia programada”.
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Fuente: cincodias.elpais.com
